Cuba y su medio ambiente
En el mundo la conservación del medio ambiente es un tema recurrente y, de hecho, más que una moda ha entrado a formar parte de los instrumentos legales, económicos y sociopolíticos de muchos países, ante todo como una evidencia palpable y cotidiana de la relación entre el hombre y su entorno natural.
Popularmente palma Corcho, la Microcycas Calocoma es un fósil viviente, pues su origen se calcula del período Jurásico y Cretácico, semejante al del macizo montañoso Guaniguanico (una de las varias Reservas de la Biosfera que tiene Cuba) en la región más occidental de la Isla de Cuba.
Teniendo en cuenta la importancia de nuestro país para la conservación de la biodiversidad en el área del Caribe, la labor de protección de la flora y la fauna es centro de la mayor atención por parte del Estado cubano
En la mayor de las Antillas, no es solo cada 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, que se acometen acciones en este sentido. El país cuenta con instituciones que ejecutan proyectos y programas, muchos de los que se inician en etapas tempranas, en la enseñanza primaria, y otros que involucran no solo a jóvenes y personas de edad madura sino además a integrantes de la tercera edad.
El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido por la Asamblea General de Naciones Unidas, en su resolución del 15 de diciembre de 1972 con la que se dio inicio a la Conferencia de Estocolmo, Suecia, cuyo tema central fue el Ambiente.
A partir de 1973 se efectuaron los primeros eventos mundiales convocados por la ONU, pero una de las Cumbres más importantes fue la de 1992 realizada en Río de Janeiro, también llamada Cumbre de la Tierra, donde los problemas ecológicos y las afectaciones al planeta, tales como la desertificación, deforestación, erosión, calentamiento global, entre otras, para ese momento habían alcanzado altos niveles.
Ello dio origen a importantes debates, muchos de los cuales tienen plena vigencia, como los protagonizados por el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.
Se abordaron también situaciones como la declinación de la biodiversidad en diferentes regiones debido a la modificación de los hábitats naturales como consecuencia del crecimiento urbano y especialmente el industrial, ya que la mayoría de las industrias emiten gases o sustancias que envenenan la atmósfera.
Animales como este caracol, el Liggus vittattus, solo se puede encontrar aquí.
Es inevitable que los más afectados son los que menos poseen pues, como dijo Fidel, es la sociedad de consumo la que en su mayoría provoca el daño.
En mayo de 2016, la conmemoración coincidió con la VIl Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) efectuada en La Habana, mientras que paralelamente, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, llamaba a proteger la fauna y la flora silvestres del tráfico ilícito… “Enfrentamos una grave amenaza, los elefantes son masacrados por sus colmillos, los rinocerontes por sus cuernos y los pangolines por sus escamas”, dijo en un mensaje al mundo.
Y alertó que el tráfico ilegal ha contribuido a que miles de especies de animales y plantas silvestres estén más cerca que nunca de la extinción, entre ellas algunas tortugas marinas, tigres y árboles. En un año dedicado a la vida silvestre, el alto funcionario instó a los 193 estados miembros de la ONU a cumplir los instrumentos internacionales de defensa de la naturaleza, según afirma Prensa Latina.
Por otra parte, en el marco de la VII Cumbre de la AEC, expertos de la región afirmaron que la temperatura ha aumentado entre 0.8ºC-10ºC, llegando a la conclusión durante la conferencia El Caribe ante los desafíos del cambio climático, desarrollada en el contexto de la Cumbre, que los datos climáticos observados junto al contexto económico regional sugieren que el clima cambiante en la región, impone un elemento de crisis al desarrollo en el Caribe.
De ahí que durante la reunión uno de los temas centrales de la agenda a debate se refirió a las principales áreas de la AEC con el comercio, el transporte, el turismo sustentable y el enfrentamiento a los desastres naturales.
EL PUNTO DE PARTIDA
Zunzuncito, así se le conoce en Cuba por su diminuta Talla, que lo convierte en el ave más pequeña del mundo (las hembras pueden llegar a medir 68-71 milímetros), pero su nombre es Mellisuga helenae. Esta foto del Zunzuncito es una hembra adulta. Es una de las maravillas exclusivas de Cuba.
Poco después de la Cumbre de la Tierra especialistas del Instituto de Ecología y Sistemática en un artículo publicado en una revista especializada analizaban críticamente que a pesar de que Cuba se adhirió a la convención sobre el comercio internacional (CITES) desde hace años atrás, y que en el momento del análisis existen más de 70 instituciones científicas relacionadas con la biodiversidad, fueron creados múltiples elementos jurídicos, y organizaciones que forman parte de la protección de la naturaleza, existieron algunas cuestiones que conspiraron contra el buen desenvolvimiento de tales elementos jurídicos, entre ellos indicaban entonces, la ausencia de contravenciones contra personas o entidades jurídicas.
Los propios especialistas afirmaban que posteriormente Cuba participó en más de diez acuerdos y convenios internacionales referidos a la biodiversidad biológica, y que se trabajó en más de 30 instrumentos jurídicos, reconociendo que ya en la década del 90 se inició una nueva pauta en favor de la protección de la naturaleza: fueron creados el Centro Nacional de Biodiversidad; fue modificada y reformulada la cobertura jurídica de protección del medio ambiente, se trabajó en la Resolución Nº 1 de 1994 en la que se establecen medidas sobre la seguridad biológica, en resoluciones para la inspección ambiental estatal, también para el otorgamiento de licencias y evaluar el impacto ambiental, entre otras importantes medidas sobre los suministros y ventas de semillas, la creación de órganos de atención al desarrollo integral de las montañas para la ejecución del Plan Turquino-Manatí, y otras que responden a la protección del medio ambiente.
El Tocororo o Tocoloro tiene un plumaje con los colores de la bandera nacional, de ahí que es nuestra Ave Nacional. Es endémica del país, aunque tiene cierto parecido a sus parientes de República Dominicana. Foto: Ricardo López Hevia
En función de perfeccionar el trabajo en el cumplimiento de los elementos establecidos para la protección del medio ambiente, pero la dirección del país, las instituciones creadas con ese fin y los amantes de la naturaleza, tratan de elevar su educación ambiental para que nuestro archipiélago sea una “tacita de oro”.
Hay un empeño por que cada ciudadano esté cada día más educado en el mantenimiento y limpieza de sus ciudades, y si los campesinos antes de 1959 se veían obligados a aserrar árboles de madera preciosa dañando el bosque para tener un pedacito de la montaña donde cultivar, se debía a una cuestión de supervivencia. Todavía hoy queda bastante tierra donde plantar sin afectar los bosques.
Según cronistas de la colonia, en esa época se podía caminar toda Cuba bajo la sombra de los árboles. Pero eso fue hace más de cinco siglos. Desde entonces fueron talados, quemados y prácticamente desaparecidos millones de hectáreas de bosques, perdiéndose para siempre incalculables cantidades de maderas preciosas, y con ello animales y plantas. El daño fue de tal magnitud, que en 1800 solo quedaba el 56 por ciento del territorio cubierto de bosques y 159 años más tarde únicamente el 14 %. En la actualidad se han ido recuperando bosques que prácticamente habían desaparecido y aumenta el porcentaje de árboles que cubren las macizos montañosos.
Tal depredación trajo como consecuencia la desaparición de los hábitats de diversidad de especies de plantas y animales; un importante número de ellas en la actualidad están amenazadas o nunca serán conocidas por la ciencia, como el guacamayo o papagayo (Ara tricolor), considerado entre las más hermosas aves del país.
Por esa razón por la que la dirección del país y en particular instituciones creadas para ello, se esfuerzan en ampliar hasta un 29,4 por ciento la superficie boscosa del país. Es decir que desde el triunfo de la Revolución a la fecha, los bosques han aumentado de casi un 14% a más de 29 %. Las últimas informaciones al respecto indican que en estos momentos hay un índice del 28,66 por ciento, según la Agencia de Información Nacional. Y añade que en han sido empleadas más de 180 especies de árboles, de los cuales el 77 por ciento es maderable y el resto de frutas.
RIQUEZA PROTEGIDA
El Flamenco Rosado Caribeño tiene en el Río Máximo-Camagüey, las mayores poblaciones en el mundo.
En las más de 4 295 islas, cayos y cayuelos que conforman el archipiélago de la mayor de las Antillas, semejando diminutos puntos diseminados entre el océano Atlántico y el mar Caribe alrededor de un enorme caimán verde, existen 211 áreas protegidas que representan el 20% del territorio nacional, cerca de un millón de hectáreas, para la conservación de los valores naturales, históricos y culturales en sus ecosistemas más representativos. Cerca del 25 % cubren la plataforma insular y el 17 % la terrestre, mientras una parte considerable dispone de su correspondiente administración, según fuente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Tienen diversas características como Reservas Florísticas, Refugios de Fauna, Reserva Ecológica o Área Protegida de Recursos Manejados.
Entre ellas se encuentran Parques Nacionales, entre los que más se destacan están: Turquino, La Bayamesa, Alejandro de Humboltd, y Desembarco del Granma. Estos dos últimos declarados por la Unesco Patrimonio Mundial de la Humanidad, no obstante, cada uno de ellos posee notables valores naturales y todos tienen, además, la característica de haber sido escenario de importantes acontecimientos en la vida histórico-cultural del país. Y algunas de las áreas protegidas fueron instituidas por expertos a nivel mundial como Sitos Ramsar, debido a la gran importancia internacional, como el humedal río Máximo-Camagüey, con las mayores poblaciones de flamencos rosados del Caribe y Río Cauto, en la provincia de Granma gran hábitat de cocodrilos
Aunque en el pasado gran número de animales extendidos a lo largo de la Isla se extinguieron producto de la caza indiscriminada o desaparición de su medio natural, Cuba continúa teniendo la mayor diversidad de especies del Caribe insular, lo que se explica por la amplia gama de ecosistemas y paisajes con que cuenta.
En el caso de la fauna, de acuerdo con los especialistas, hay que añadir nuestro carácter insular, que reduce a las especies a una extrema localización. Algunas sólo viven en determinado territorio. De acuerdo con expertos en el tema, Cuba cuenta con más de 12 000 especies de animales: 450 de vertebrados, más de 7 500 de insectos y arácnidos, y los moluscos, que sobrepasan el número de 4 000 especies. Respecto a la fauna marina, hay que significar que nuestras costas y plataformas también son las más diversas de las islas antillanas, con cerca de 600 especies de peces, 60 de corales y más de 180 de esponjas.
Y ALGO CURIOSO
El río La Platica, en el Gran Parque Sierra Maestra, se despeña hacia el llano entre las montañas. Estos especialistas contemplan el pequeño y abundante salto de agua del tal vez uno de los ríos mas altos del país. Foto: José A. Morales
El Doctor Vicente Berovides, profesor de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, dice que el registro de la extinción de especies para Cuba solo se inicia de manera oficial en el siglo XIX, cuando comienzan aquí los estudios naturalistas. Y que en la obra Historia Física Política y Natural de la Isla de Cuba, de Ramón de La Sagra, de 1845, se mencionan nombres indígenas de animales, muchos de los cuales el autor no pudo encontrar en su época y que fueron presumiblemente extinguidos durante todo el período de la conquista, sin que haya quedado un solo documento al respecto. En esa etapa, en el siglo XIX se daba por extinguido oficialmente, continúa Berovides, el guacamayo cubano, y en 1850 aún el ave era común en la Ciénaga de Zapata.
También para el siglo XX se registran de manera oficial tres extinciones de mamíferos y una de ave. Entre los primeros están las jutías de San Felipe y la de Garrido y la foca monja (Monachus tropicalis), que no era exclusivamente cubana, pues vivía en el mar de las Antillas. Según estudiosos presumiblemente se extinguió al principio del siglo XX, pues de esta foca tropical en 1974 quedaban algunas en Las Bahamas, pero para 1990 una expedición que trató de localizarla no halló ninguna. El ave era el Carpintero Real, que solía tener su hábitat en las montañas de Sagua Baracoa, de donde se declaró extinguido en los años 80 del pasado siglo.
Si la fauna resulta interesante, otro tanto ocurre con la flora, estimada en unas 6 200 especies, cuya característica es su alto grado de endemismo (aproximadamente el 51 % de ellas exclusivas). Por sólo citar un ejemplo, digamos que las orquídeas silvestres cuentan con cerca de 300 especies.
La posición geográfica de Cuba, su configuración alargada y estrecha, su compleja estructura geológica, entre otras características, han originado un clima particular, una gran diversidad de suelos y una inmensa riqueza en la diversidad de su flora y de su fauna, de ahí la gran importancia que se le confiere a la conservación con fines educativos, científicos, recreativos y turísticos, llevándola a formar parte de un modelo en la estrategia nacional de conservación en aquellas zonas que por sus grandes valores naturales presentan condiciones especiales.
En el archipiélago cubano hay lugares prácticamente inexplorados: bosques vírgenes, cayos y cayuelos inhabitados, con playas naturales de aguas transparentes. Por eso no resulta raro que en cualquiera de ellos se reporten animales no conocidos por la ciencia, o descubrimientos arqueológicos que rebasan el ámbito nacional. Desde los más recónditos puntos del país a menudo se da a conocer la aparición de sitios que estuvieron habitados por los primeros pobladores cubanos.
Cerca de una docena de ellas cuentan con reconocimiento internacional, como son los casos de las Reservas de la Biosfera Guanahacabibes, Sierra del Rosario, Ciénaga de Zapata, Buenavista, Baconao y Cuchillas del Toa, y los Parques Nacionales Alejandro de Humboldt y Desembarco del Granma, declarados ambos Sitios de Patrimonio Mundial Natural.
Fuente: http://www.granma.cu/