Búsqueda de información y servicios de apoyo en las bibliotecas
En estos momentos en que la pandemia de COVID19 está presente en nuestras vidas, es inevitable ver el mundo desde la perspectiva del riesgo e incertidumbre que implica no contar con una vacuna o tratamiento específico. En todo el mundo se ha compartido información, por lo que ahora es común encontrar a conocidos catedráticos, investigadores y personas con influencia, dictar videoconferencias sobre diferentes temáticas relacionadas con la pandemia. Todos los bibliotecarios tenemos historias que contar en torno a cómo hemos usado las herramientas, conocimientos y habilidades de nuestra especialidad, para vencer la desinformación, la incertidumbre, las noticias falsas. Sobre todo porque sabemos de los efectos y los riesgos de la falta información en la toma decisiones y en el comportamiento de las personas.
El tema de las emociones es muy delicado de tratar, debido a que éstas se relacionan con aspectos importantes de la vida de las persona. Por ello me pareció importante redactar ésta nota con el propósito mostrar algunos estudios en Bibliotecología en los que se ha incluido como variable a las emociones en la búsqueda de información; así como describir brevemente un servicio de apoyo en una biblioteca pública.
En el área de Bibliotecología es hasta el Siglo XX cuando se tienen los primeros estudios sobre el tema, al respecto a muchos de nosotros nos viene a la cabeza Carol Collier Kuhlthau profesora emérita de bibliotecas y ciencia de la información por la Universidad de Rutgers, quien propuso un modelo para describir el proceso de búsqueda de información (Information Search Process), el cual hace referencia a una serie de sentimientos y pensamientos en las personas que inciden en los procesos de búsqueda de información.
Este modelo, es uno de los más citados en los estudios sobre habilidades informativas. Sin embargo, existe la duda de cómo podemos identificar los sentimientos de manera unívoca y asociarlos a una actividad y cómo a partir de ello saber si es incertidumbre o curiosidad.
El estudio se dirige al análisis biométrico de las expresiones para detectar las emociones de las personas cuando realizan una búsqueda y encuentran información relevante. En el caso de Savolainen (2015) su estudio se centra en las emociones de las personas cuando comparten información en una discusión sobre inmigración. La metodología se basó en el análisis de 2,312 mensajes en un grupo de discusión realizado entre 2009-2013, detectando que un 21.5% de los mensajes expresaba emociones de forma explícita. Las emociones negativas más frecuentes fueron desprecio, ira, enojo; mientras que las positivas fueron de empatía.
En otro estudio con estudiantes de música realizado por Kisilowskas y Mierzecka (2019), elaboraron un modelo gráfico en donde relacionan las emociones con la motivación para realizar una búsqueda de información en línea.
Su propuesta retoma aspectos del modelo de Wilson de 2006, específicamente lo que corresponde a las necesidades fisiológicas, afectivas y cognitivas. El método usado por los autores se basa en el paradigma fenomenológico y la técnica usada fue sesiones de grupos focales.
Podemos afirmar que es posible estudiar la emociones en los procesos de búsqueda de información y que para ello podemos utilizar técnicas de acopio de información de diversa índole. Al respecto tenemos el estudio longitudinal de Tana, Eirola y Erickson-Backa (2019) realizado del 2009 al 2017 en un grupo de discusión en Finlandia, que analiza las variaciones temporales y los patrones de comportamiento de búsqueda de información en salud, con el fin de establecer la ritimicidad (rhytmicity) con el cual un grupo de personas busca información y comparten mensajes. Señala que la ritmicidad es un fenómeno universal que se divide en estructuras temporales, la cual puede estudiarse a partir de la infodemiología.
La infodemiologia es un término acuñado por Eysenbach en el 2009, y se define como “la ciencia de la distribución y de análisis de los determinantes de la información en un medio electrónico, específicamente Internet, o en una población, con el fin último de informar sobre salud pública y políticas sanitarias