El cuerpo humano: Donde todo comienza.
Cap.6: Cuarta a octava semana del desarrollo humano.
Todas las estructuras externas e internas principales quedan establecidas durante las semanas cuarta a octava. Al final de este período ya se han empezado a desarrollar los órganos y sistemas más importantes. A medida que se forman los tejidos y los órganos se modifican la forma del embrión, de manera que hacia el final de la semana octava ya tiene un aspecto claramente humano.
Dado que los tejidos y os órganos se diferencian con rapidez, la exposición del embrión a factores teratogénicos son factores como los medicamentos y los virus, que causan malformaciones congénitas directamente o que incrementan la incidencia de este problema.
Fase del desarrollo embrionario
El desarrollo humano se puede dividir en tres fases que en alguna medida están relacionadas entre sí:
- La primera fase es la del crecimiento, que implica la división celular y la elaboración de los productos celulares.
- La segunda fase es la de morfogénesis ( el desarrollo de la forma, el tamaño y otras características de un órgano concreto, una parte del cuerpo o el cuerpo entero). La morfogénesis es un proceso molecular complejo controlado por la expresión y la regulación de genes específicos, a través de una secuencia ordenada. Los cambios en el destino, la configuración y los movimientos de las células les permiten presentar interacciones entre sí durante la formación de los tejidos y los órganos.
- La tercera fase da lugar a la organización de las células en un patrón preciso de tejidos y órganos que pueden llevar a cabo las distintas funciones especializadas.
Al comienzo de la cuarta semana, el plegamiento de los planos medio y horizontal convierte el disco embrionario trilaminar plano en un embrión con configuración cilíndrica y forma de C. la formación de la cabeza, de la eminencia caudal y de los pliegues laterales es una secuencia continua de acontecimientos que da lugar a la aparición de una construcción entre el embrión y la vesícula umbilical.
A medida que la cabeza se pliega ventralmente, parte del endodermo queda incorporado a modo de intestino primitivo anterior en la región de la cabeza embrionaria en desarrollo. El plegamiento de la región de la cabeza también da lugar al desplazamiento ventral de la membrana orofaríngea y del corazón, al tiempo que el encéfalo en desarrollo se convierte en la parte más craneal del embrión.
Según la eminencia caudal se pliega ventralmente, parte de la capa germinal endodérmica queda incorporada en el extremo caudal del embrión, a modo de intestino primitivo posterior. La parte terminal del intestino primitivo posterior se expande formando la cloaca. El plegamiento de la región caudal también origina la membrana cloacal, la alantoides y el tallo de conexión, que se desplaza hacia la superficie ventral del embrión.
El plegamiento del embrión en el plano horizontal incorpora parte del endodermo en el propio embrión, a modo de intestino primitivo medio.
La vesícula umbilical permanece unida al intestino primitivo medio a través del estrecho conducto onfaloentérico (tallo vitelino). Durante el plegamiento del embrión en el plano horizontal se forman los primordios de las paredes corporales lateral y ventral. A medida que se expande, el amnios cubre el tallo de conexión, el conducto onfaloentérico y la alantoides, formando así una cubierta epitelial para el cordón umbilical.
Las tres capas germinativas se diferencian con la formación de los distintos tejidos y órganos, de manera que hacia el final del período embrionario ya se han establecido los esbozos de los principales órganos y sistemas.
El aspecto extremo del embrión está influido por la formación del encéfalo, el corazón, el hígado, los somitas, los miembros, las orejas, la nariz y los ojos.
Dado que entre la cuarta y la octava semana se forman los esbozos de la mayor parte de las estructuras externas e internas esenciales, éste es el período más crítico del desarrollo. Las alteraciones del desarrollo durante este período pueden tener como consecuencia malformaciones congénitas importantes.
Es posible establecer estimaciones razonables de la edad de los embriones a partir del día de inicio de la última menstruación normal, del momento estimado de la fecundación, de las mediaciones ecográficas relativas al saco coriónico y al embrión, y del estudio de las características externas del embrión.
Es disponible en: Embriología clínica 9.ª edición