Día Internacional del Hombre.
Desde 1999, cada 19 de Noviembre se celebra el Día Internacional del Hombre, en analogía al Día Internacional de la Mujer, y que Naciones Unidas consideró como “una excelente idea que proporcionará un poco de equilibrio entre sexos”. El hombre siempre ha sido el sexo desechable, prescindible y sacrificable en todos los tiempos y en todas las culturas hasta nuestros días. Prueba de ello es que esta celebración para reivindicar los problemas específicos de la masculinidad no goza de ningún tipo de reconocimiento oficial en España pese a que la expectativa de vida de los hombres es 5’4 años inferior a la de las mujeres, pese a que los hombres fallecen más que las mujeres en 14 de las 15 principales causas de mortalidad según el Centro para el Control de Enfermedades, o que representan el 90% de los suicidios, el 75.5% de las personas sin hogar, el 88% de los usuarios de los comedores sociales, el 92% de los accidentales laborales letales, el 99% de los fallecidos en guerras, el 81’3% de los drogodependientes o pese a que los niños presentan una alarmante tasa de fracaso escolar del 22’7%. A nivel legislativo es incluso peor. Al hombre se le vulneran derechos tan fundamentales como la dignidad, la igualdad ante la ley, el recurso efectivo ante los tribunales, la presunción de inocencia, la honra o la igualdad en caso de disolución del matrimonio. Sin embargo, son “brechas de género” que no interesan al feminismo porque sencillamente no defiende la igualdad, sino que la cercena.
