Voluntad y compromiso de la Ciencia con los destinos del país.
Soluciones que aniquilan el poder de la muerte en salas de terapia intensiva, donde la COVID-19 ha querido señorearse, hasta una propuesta acertada para mitigar el impacto de los terremotos en Cuba y toda la zona del Caribe, merecieron la Orden Carlos Juan Finlay que concede el Estado cubano a personas e instituciones de meritoria labor y aportes en el campo científico.
Así, por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), recibieron tan alto reconocimiento 23 prestigiosos especialistas, y tres entidades de BioCubaFarma: los centros de Inmunología Molecular, el Nacional de Biopreparados y el de Ingeniería Genética y Biotecnología.
En la ceremonia, que tuvo lugar este miércoles en el Palacio de Convenciones de La Habana, igualmente fueron distinguidos dos importantes colectivos de nuestro país: la Fundación Fernando Ortiz, perteneciente al Ministerio de Cultura, y el Contingente Internacional de Médicos Especializados en Situaciones de Desastre y Graves Epidemias Henry Reeve.
En el acto —donde también se entregaron los premios nacionales de Innovación Tecnológica 2020, y los premios especiales 2019—, Elba Rosa Pérez Montoya, titular del Citma, aseguró que de la voluntad y compromiso que ponga el sector de la ciencia y la innovación tecnológica en la próxima etapa dependerán los resultados económicos y sociales que requiere el país en el actual contexto.
La Ministra reconoció que la presencia femenina fue mayoría entre los premiados: 12 recibieron la Orden Carlos J. Finlay y ocho el Premio de Innovación Tecnológica.
Pérez Montaya subrayó que el desarrollo tecnológico asociado a los procesos biotecnológicos y de la industria farmacéutica cubana ha hecho posible contar con bienes y servicios de alto valor agregado para formar parte de los protocolos de atención a la COVID-19, desde el nivel primario de salud hasta las salas de cuidados intensivos para pacientes graves y en estado crítico.
