Idioma y nuevas tecnologías: un matrimonio con futuro

Por MSc. Armando S. Escobar Rosabal - 2 jul 20 - Noticia - No hay comentarios

SI bien la Real Academia Española (RAE), desde su fundación en 1713, da esplendor a nuestra lengua materna y traza las normas a seguir por más de 480 millones de hispanohablantes, en la plausible misión por regular el segundo idioma más extendido a nivel mundial, esto no la convierte en dueña y señora de un gran tesoro que nos pertenece por entero: las palabras.  La RAE, venerada por unos y vilipendiada por otros, en ocasiones se muestra reacia a la hora de aceptar determinados vocablos; en tanto, otras veces, nos sorprende cuando considera válidos términos como el casi en desuso cederrón (del inglés CD-ROM, disco compacto de memoria solo de lectura) o tuit, tuitear y tuitero, derivados de la voz inglesa Twitter, red social donde la Academia ha ganado disímiles adeptos, pero también detractores. Másíndice

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