“El doctor Peyo”, el caballo que puede detectar el cáncer

Por julihlg - 26 nov 21 - Noticia - No hay comentarios

El fotógrafo, finalista del XXV Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña organizado por Médicos del Mundo, muestra la humanidad de un animal que ayuda a los enfermos en su último tramo de vida.

A veces, los animales son capaces de entendernos mejor que las personas. Es como si pudieran vernos por lo que realmente somos, lo que sufrimos, sentimos y padecemos, sin necesidad de palabras, despojándonos de nuestra fachada exterior. A veces, los animales curan y reconfortan.

Ese es el mensaje que se extrae del trabajo del fotógrafo Jérémy Lempin, finalista del XXV Premio Internacional de Fotografía Humanitaria, Luis Valtueña, organizado por Médicos del Mundo gracias a su serie Doctor Peyo y Hassen. El galardón reconoce la fotografía humanitaria que evidencie problemas sociales, como injusticias y abusos de derechos.

Peyo es un caballo que no se deja acariciar por cualquiera, en su naturaleza no está el ser manso. Es un semental que elige a quién quiere abrirse y, cuando lo hace, se convierte en un animal protector.

Su entrenador, Hassen Bouchakour, se dio cuenta de lo especial que era Peyo y comenzó a investigar el por qué de su comportamiento cambiante con personas emocional, física o psicológicamente vulnerables.

Hassen buscó asesoramiento de expertos veterinarios y especialistas médicos y, tras cuatro años de investigación y pruebas a más de 500 caballos, llegaron a la conclusión de que la actividad cerebral de Peyo es única.

Peyo nació autista y es capaz de detectar instintivamente cánceres y tumores, una revelación ante la que Hassen decidió actuar y adentrarse con su caballo en el mundo de la medicina para ayudar a los demás.

El caballlo asoma la cabeza y se dirige al paciente que quiere visitar. Y comienza a lamer las lesiones cancerosas.

Ahora, ambos trabajan en el departamento de cuidados paliativos del hospital de Calais (Francia), donde le han puesto el mote cariñoso de “El doctor Peyo”. Este médico de cuatro patas escoge por su voluntad las habitaciones a las que quiere entrar y los pacientes con los que desea entablar un vínculo especial.

Gracias a Peyo, muchos enfermos abandonan la medicación más dura y su presencia les reconforta, con resultados psicológicos y físicos. Gracias al Doctor Peyo y Hassen, el final de sus vidas es algo mejor.