“Fidel: una visión de vida”

Por feuucm - 30 nov 20 - Letras del Estudiante - No hay comentarios

Por: Danisbel Hidalgo Serrano. 2do año de Medicina.

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Hoy día el mundo reconoce a Cuba como una potencia médica, sin embargo, pocos se paran a pensar en cómo nuestro país llegó hasta esa posición. Para eso tenemos que remontarnos a la situación higiénico-sanitaria de la Isla durante la República Neocolonial cuando era precaria la asistencia hospitalaria, predominaba la medicina privada y la pobreza generalizada caracterizaba el ámbito médico. El triunfo revolucionario marcó un nuevo comienzo para Cuba. A la mano de nuestro líder histórico comienza así una brillante obra, principalmente social, que fue notable en lo que a salud del pueblo se tratase. De modo que, a partir de 1959, surge en todo el territorio nacional una red de hospitales especializados en la atención a la embarazada y el niño; además aumenta considerablemente el número de médicos dedicados a especialidades en función de la madre y los recién nacidos. Igualmente, inician las campañas de vacunación masiva, siendo de esta forma erradicadas, prácticamente, enfermedades como el tétanos neonatal, la poliomielitis, la fiebre tifoidea; en tanto se logró una notable disminución de otras como el sarampión, la parotiditis, la rubéola y la tuberculosis. Las condiciones de vida del cubano estaban mejorando desde las distintas aristas de la sociedad que, de conjunto con las mejoras en la atención médico-sanitaria, posibilitaron que hacia 1965 la esperanza de vida al nacer aumentara a 65 años, lo cual, si tenemos en cuenta que en 1959 era de 35, es un factor que evidencia lo acertado del rumbo que había tomado la revolución triunfante. La gratuidad de la atención médica constituyó un paso de importancia hacia el logro de la igualdad. Años más tarde, sale a relucir el espíritu solidario que caracteriza al cubano, pues nuestro país comienza a enviar brigadas médicas a disímiles naciones ante situaciones extremas, desde terremotos y huracanes hasta las más variadas epidemias, con lo cual surge la idea de crear un contingente de apoyo ante situaciones de esta índole, el Contingente Internacionalista de Médicos Especializados en Situaciones de Desastres y Graves Epidemias “Henry Reeve”. El mundo comenzaba a ver la mano amiga de Cuba, el rostro de la hermandad entre los pueblos; donde cabe destacar que nuestro país no solo ha apoyado con el envío de profesionales de la salud, sino también formando estudiantes de múltiples naciones como médicos en la renombrada Escuela Latinoamericana de Medicina. Una gran obra, está claro, pero detrás de toda gran obra siempre existe un gran autor y esta majestuosa creación lleva plasmado con sacrificio el nombre de su autor, nuestro indiscutible líder Fidel Castro quien, en su afán de luchar por el bienestar colectivo, se convirtió en un paradigma no solo para el pueblo de Cuba, sino para todos aquellos que recibieron una luz del sol humanitario con que vislumbró a todo el orbe.

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