Milenial

Por feuucm - 13 feb 20 - Letras del Estudiante - No hay comentarios

Editado por: Luis Rafel Gámez Leyva, Editor principal del Sitio WEB

La primera vez que escuché la palabra milenial me sentí algo perdido. ¿Qué habrá querido decir con esa palabra? ¿Será un insulto? Y rápidamente fui a internet y lo busqué: el término hace referencia a una generación nacida entre el 1980 y el 2000 y que tienen un apego por las tecnologías digitales, además de que son los actuales universitarios. Claro, ahora entiendo todo, por eso mi generación usa el internet, en el caso de Cuba la wikipedia, para buscar información y no la biblioteca como se solía hacer en generaciones pasadas; y es que el conocimiento más actualizado es el que nos mueve a ser cada días más curiosos y creativos en las labores profesionales.

Se les conocen también como Generación Milénica, Peter Pan, Bumerang, Why, NET, Y y MTV, y está marcada por la tendencia a demorar los cambios fisiológicos de la familia; por tanto si antes el destino de un joven era casarse, tener hijos y hacer una carrera, en ese orden, nuestra generación prefieren la práctica a la teoría, las actividades grupales a las individuales y la información digital a los libros.

De acuerdo con los estudios Nielsen Global del 2015, sobre Actitudes Generacionales, estos jóvenes nacieron y se educaron en ambientes altamente tecnologizados dentro de una cultura cliente/servicio; ven a la educación como una mercancía para ser adquirida y consumida, esperan que el aprendizaje y el trabajo sean fáciles y divertidos. Más aun, estos estudios muestran que los jóvenes muestran poca habilidad para resolver problemas, para mantener la atención o para hacer planes a largo plazo.

Una vez que los millennials salen de casa y empiezan a ser selectivos con el tipo de productos culturales que consumen se alejan de antiguos modelos con los que ya no se identifican. Se citan también ejemplos de películas que hoy no tendrían sentido para la forma de vida de estos chicos: la vaciedad existencial de Dustin Hoffman en “El Graduado” y la negligencia de los padres de Tom Cruise en “Risky Business”. El millennial no ha crecido en ese ambiente modelo. Por eso no tiene reparo en establecer relaciones de pareja que sean estables sin tener que sentir que renuncia por ello a su independencia ni al desarrollo de su vida profesional. Sus grupos de amigos son más variados y de extracciones sociales heterogéneas y su sentido de la responsabilidad les obligan a ser más firmes en sus decisiones, que pasan a estar más comprometidas con los miembros de su propia comunidad.

En el mismo sentido, la música se convierte para ellos no en una forma de entender la vida —como en las generaciones anteriores— sino en el complemento de las películas que ven, el espejo de las mezclas de estilos y modas con los que conviven y, sobre todo, una forma más de expresión pero aplicada a los nuevos cauces técnicos por los que acceden a ella. En este sentido las facilidades de las descargas por Internet o, incluso, el uso de la tecnología digital para realizar los samplers o mezclas de canciones de estilos completamente diferentes pero que se reproducen a la vez, hacen  que se difuminen las diferencias entre los seguidores de un estilo y otro.

En los últimos años se registra en las aulas universitarias que los alumnos presentamos comportamientos diferentes a los de los estudiantes de otras épocas. En más de un sentido, sorprendemos a los profesionales; informales, dejamos los celulares encendidos en clase, abandonamos los cursos, pretendemos el envío de la clase por e-mail y no somos proclives a estudiar como los “antiguos” estudiantes. Motivarnos parecería una tarea casi imposible.

Con respecto a la educación en particular, un estudio realizado por Diana Oblinger en 2003 en diversas universidades, muestra que muchas de ellas han modificado sus programas curriculares, servicios y cursos para adaptarse no sólo a las demandas del mercado sino también a las de esta cohorte de estudiantes. Las universidades tienen ofertas más flexibles, carreras más cortas que permiten articulaciones diversas entre ciclos y niveles y en sus programas curriculares se incrementa el lugar otorgado a la práctica y a la experiencia directa. Para ello amplían, por ejemplo, la cantidad de laboratorios, computadoras y convenios con otras instituciones y organizaciones.

¿Millenial en Cuba?

Nuestro país, como la mayoría de los estados subdesarrollados, entramos tarde a la era digital; mientras en Norteamérica y Europa, el internet era una herramienta necesaria y habitual en todos los hogares, en Cuba se torna un lujo que muy pocos podían y/o pueden darse. Por tanto, el rango etáreo de esta generación en nuestro país se mueve un poco hasta 1990. Durante estos años la ayuda económica por parte de la Unión Soviética hacia Cuba era considerable, ello llevó a que se introdujeron nuevas tecnologías y los cubanos tuvieron mayor acceso a estas.

Actualmente este grupo se encuentra en las universidades, transformándola, adaptándola a sus necesidades y gustos, sin que pierda la esencia de los estudios superiores. Fidel Castro, con su visión futura, avizoró que el desarrollo tecnológico de nuestro país estaba cerca y creó en el 2002 la UCI, centro con gran prestigio internacional y que brinda a jóvenes la posibilidad de estudiar carreras relacionadas con la informática. Otros centros universitarios a lo largo del país han abierto carreras, incluso facultades relacionadas con las tecnologías, dando respuesta a las demandas reales de estudios universitarios de los jóvenes cubanos.

Según Ana María Fernández Rodríguez, Licenciada en Filosofía y profesora de Sociología de la Universidad de Holguín (UHo), los millenials están más preparados para la vida. «Los jóvenes que están en las aulas ahora tienen un dominio claro de lo que quieren hacer con su vida, no solo en el plano personal sino también en el laboral y social. Desde que son adolescentes se deciden por una carrera en particular y esa es casi siempre la que estudian; otro ejemplo es la constancia con la que realizan las actividades diarias, hasta que no terminan lo que están haciendo en determinado momento, no continúan con la próxima actividad». Tal determinación ha hecho que nos sentamos seguros en la carrera que hemos decidido estudiar, pues existe un referente en casa o sencillamente por la investigación previa que realizamos antes por optar por un carrera. Lo mismo sucede con la familia y el trabajo, nos tomamos nuestro tiempo a la hora de tomar una decisión importante para nuestra vida.

«A veces tengo miedo de hablar en mis clases sobre la tecnología, pues ellos saben de ese tema más que yo; imagínese usted, yo que nací en el 1952, en mi época no existían ni calculadoras y ahora entre las tablets, los celulares, las laptops, las aplicaciones, los LED y android, me siento abrumada. De hecho para abrir el correo electrónico y para descargar información de la “máquina” tengo que llamar a uno de mis estudiantes»

Pareciera una utopía que en Cuba, un país atrasada tecnológicamente, a nuestra generación se le llame Millenial; lo cierto es que con la apertura económica que se está viviendo en los últimos años y los nuevos servicios de ETECSA, los millenials podemos desarrollar nuestras capacidades digitales, no solo en el hogar sino también en las universidades, pues estas están equipadas con los recursos necesarios para la formación tecnológica.

Se ha visto también un descenso a la hora de tener una familia, si en el siglos pasados era menester casarse para inmediatamente tener hijos, en la actualidad las cosas han cambiado, ahora los jóvenes no se casan, se unen en noviazgo indefinido, aplazan el nacimiento de los hijos para la tercera década de la vida, conviven con sus padres hasta que los voten prácticamente,

El haberse criado junto a la tecnología, resulta la clave para entender el comportamiento laboral, de acuerdo a la licenciada en Sociología Adairis Fonseca Aldaba, profesora de la Facultad de Ciencias Sociales de la UHo. «Dado que la Generación Y está acostumbrada a utilizar juegos de computadora con retroalimentación inmediata en sus decisiones, estos quieren retroalimentación  inmediata en su desempeño en el trabajo. Los miembros de esta generación han crecido con la tecnología, se sienten muy a gusto con ella y por esto esperan resultados inmediatos. La Generación Y esperan lo último en tecnología, demandan gratificación instantánea, desean ser retados y necesitan aprendizaje continuo y retroalimentación, y son atraídos por las organizaciones que son sabias tecnológicamente, orientadas a los equipos y diversas»

Este comportamiento, a veces no entendido por las generaciones anteriores hace que en ocasiones se les encasille como “malcriados” y falta de respeto y compromiso; asevera Solvey del Río Marichal, Licenciada en Psicología, experta en comportamiento adolescente y joven de la Universidad de Ciencias Médicas de Holguín. «Los jóvenes de hoy en día son muy superiores a los adultos, y que hace algunos años fuimos jóvenes, en cuanto a conocimientos de manera general, al enfrentamiento a la vida familiar y a los trabajos que requieren concentración y en grupo. En esta generación se ve un claro descenso en las características patoneumónicas y depresivas que presentaron las generaciones anteriores, y eso se ve en las consultas, pues si antes tuvimos que abrir una consulta para las patología psicológicas de los jóvenes que ahora son adultos, ahora solo tenemos una provincial con muy pocos pacientes »

«Quisiera hacer una aclaración, que en mi criterio merece la pena; desde hace unos se viene hablando de la Generación Z, y que es muy diferente a la Y. Los Z nacieron a partir del 2000 y resulta muy difícil de predecir su comportamiento, los expertos están esperando su desenvolvimiento futuro para hablar de características de estos, pero se puede adelantar la apatía política, la proclividad a dejar los estudios en enseñanzas inferiores y al apego por la música banal y sin sentido (trap) »; terminó Fernández Rodríguez.

En fin, los millenials listos para comernos el mundo.

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