“Una mirada a los reinos de este mundo”
Por: María Caridad Marrero Aguilera.4to año de Medicina.
En el año 1943 el escritor cubano Alejo Carpentier realizó un viaje a Haití que, sin dudas, marcaría su vida y su escritura. En esta visita recorrió las ruinas de construcciones de importancia histórica para el país como el Palacio de Sans-Souci o el que habitara Paulina Bonaparte durante su estancia en el Cabo Haitiano y también la imponente Ciudadela La Ferriére. Fue un viaje que le permitió acercarse también a la cultura y las creencias religiosas de un pueblo que logró impresionarlo. Resultado de esta experiencia es el libro: El reino de este mundo” el cual, según explica el propio Carpentier en el prólogo, está basado en una historia real y respaldado por una documentación rigurosa que respeta la cronología histórica y los nombres de personajes, lugares y calles.
“El reino de este mundo” cuenta parte de la historia del pueblo haitiano y su lucha por la libertad y por resistir, cultural y religiosamente, ante diferentes formas de opresión. En este recorrido histórico el protagonista es Ti Noel quien durante la narración participa en varias sublevaciones, algunas aún siendo esclavo y otras como hombre libre, al mismo tiempo que nos presenta a otros personajes como el mandinga Mackandal o que describe la vida en el Cabo Haitiano.
La convivencia de dos culturas fue quizás el origen de este fenómeno que Carpentier denominó lo real maravilloso, el cual no es exclusivo de esta isla del Caribe, sino que es algo común a todo el continente americano. Por ejemplo, menciona el propio Carpentier en el prólogo del libro, a aquellos que buscaron sin descanso la Fuente de la Eterna Juventud. Carpentier advierte al lector que visitar Haití y aquellos lugares determinantes en la historia del país le hizo comprobar que lo maravilloso de aquel no tenía nada que ver con lo que se calificaba de maravilloso hasta entonces, incluso en la literatura. Lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una alteración de la realidad, de una revelación privilegiada de esta, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad. La sensación de lo maravilloso presupone una fe. Los que no creen en santos no pueden curarse con milagros de santos, ni los que no son Quijotes pueden meterse, en cuerpo, alma y bienes, en el mundo de Amadís de Gaula.
El escritor cubano Alejo Carpentier es conocido por muchos de sus libros. “Los pasos perdidos”, “La consagración de la primavera”, “El siglo de las luces” o “Concierto Barroco” son algunos de sus títulos reconocidos a nivel internacional. En su extensa obra “El reino de este mundo” tiene un lugar especial. Su manera de mezclar la historia de este país, sus creencias religiosas, sus personajes más destacados y el deseo indiscutible del hombre a la libertad, hicieron de este libro un clásico de la literatura latinoamericana que se sigue leyendo en la actualidad. A esto hay que sumarle el concepto de lo real maravilloso que Carpentier no solo nos demostró con ejemplos en la narración, sino que explicó con argumentos en el prólogo del libro. Este nuevo concepto, que servía para describir procesos de todo el continente americano, y con él esta forma de narrar la historia de este lado del Océano Atlántico, se convirtió en un nuevo género que luego serviría de referencia a otros escritores.